El Maestro enfrenta el riesgo de ser considerado atrasado en el tiempo, que no lo es ni podría serlo nunca, más bien es un ser atemporal , quizás mantenido en una burbuja aislante desde hace quinientos años , que opta por prolongar el placer del arte en su esencia , para hacer de la vida arte puro y del arte la forma más gratificante de vida. No es difícil imaginarlo al lado de los grandes de todos los tiempos. Entregado a la investigación , ajeno a las cosas de la cotidianidad , complacido en la alquimia de los colores y en cuanto pueda integrarse con ella y reservado , esquivo a las multitudes que perturban su sosiego.